sábado, 1 de noviembre de 2008

Boletín ENFOQUE 01 de Noviembre de 2008




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ENFOQUE
Este boletín intenta presentar desde una perspectiva reflexiva diversas inquietudes de jóvenes católicos comprometidos en la construcción de un mundo distinto, intentando ser una plataforma alternativa de información y reflexión.
ENFOQUE quiere ser una invitación al dialogo para la promoción del llamado fraternal que Jesucristo nos hace a la prefiguración del Reino de Dios.
Otros links interesantes:

http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/
http://www.pastoralpopular.cl/ ( revista Pastoral popular)
http://www.centromanuellarrain.cl/articulos.htm (centro teológico Manuel Larraín)
http://www.sft.org.ar/ (centro nueva tierra)
http://www.reflexionyliberacion.cl/ (portal del pensamiento liberador Latinoamericano)
http://www.diegodemedellin.cl/home1.htm (centro ecuménico diego Medellín)
http://www.cronicadigital.cl/ (diario Crónica Digital)



Papá, quiero ser pobre…
…¿Por qué existen los pobres? Muchas veces he escuchado como respondemos a esta común pregunta: porque han tenido mala suerte, porque así nacieron, por falta de oportunidades, pero la que más se repite es que son pobres porque quieren, claro seguramente cuando nuestros padres nos preguntaron qué queríamos ser cuando grandes se nos paso por la mente decirles: Papá, quiero ser POBRE.
Cada uno hace su juicio desde su propia realidad y experiencia, el que surgió desde abajo, a punta de sacrificio y esfuerzo, creerá, con razón, que el pobre es pobre porque es flojo, “si yo pude, ellos también pueden, pero como son flojos se quedan marcando el paso y esperan que todo se lo regalen”
Otros pensamos, que la mayoría es pobre, porque las políticas sociales de nuestros representantes son inapropiadas, desde las de gobierno hasta la de nuestros presidentes de juntas de vecinos. Se les hace creer que una mediagua es todo lo a lo que pueden aspirar, con eso le devolvemos la dignidad, ¡que horror!, o que ahora que tienen pavimentada la villa, la población o una calle no deben esperar más, siendo que muchos proyectos de financiamiento son desconocidos por la población, por la falta de publicidad y educación de nuestro sistema; financiamiento deportivo, para centros de madres, clubes de adulto mayor, además de capacitación para trabajadores. Y esto es una injusta ignorancia.
Y acá va nuestra responsabilidad: Como católicos en primer lugar hacemos labores sociales, desayunos fraternos, colaboramos con colectas, regalamos ropa y útiles escolares, pero, ¿no sería bueno también, acompañar esto con educación? ¿Con compromiso social y político desde mi profesión?, claro es más fácil para mí ayudar ultra flash en vez de, utilizar el conocimiento que he estado adquiriendo en la universidad y dirigirlo a esa persona que me pide ayuda, siempre sabremos un poquito más, no es tiempo perdido compartirlo con el que nunca va a tener la posibilidad de conocer lo que hemos estudiado.
Y en segundo lugar en el momento que elijamos a nuestros representantes, debemos exigir también, que se preocupen de la pobreza desde su formación, no fomentándola… si mi papá me regalará todos los días una cajetilla de cigarro, les prometo que no me esforzaría en ahorrar ni dejaría de comer para poder comprármela, y a pesar de mi viciosa y sin comparación analogía, es lo que hacen y hacemos con los pobres y lamentablemente muchas veces somos nosotros los que ayudamos a que ellos sigan en su situación precaria en vez de fomentar su educación, informarles de sus derechos y de sus obligaciones, sentimos que se hace todo por ellos regalándoles canastas familiares, ampolletas de ahorro de energía y para las elecciones, electrodomésticos… Nadie está libre de llegar a tener carencias que desemboquen en la pobreza, pero tampoco nadie le inculcará a sus hijos como una meta en la vida, como proyecto a futuro creer y pensar en ser pobres, dejemos de creer que haciendo lo mínimo ayudamos de manera efectiva, dejemos de hacer favores… y actuemos con real responsabilidad y compromiso social.
¿Cómo terminaremos con la pobreza, antes del bicentenario, si no cambiamos esta manera simplista e ineficaz de pensar?
Jessica Fernández J.
Comunidad Nueva Semejanza.



Un encuentro esperanzador
En ocasiones veo con consternación como muchos de mis pares toman la vida a penas como un “juego” en el que sólo es importante el “pasarlo bien” para poder ser un “buen jugador”. Me pregunto si son estos jóvenes quienes pueden caer más fácilmente en los caminos del alcohol y las drogas si es que no les importa su vida.
Hay otros en cambio que tienen las cosas claras y que han vivido un encuentro con Cristo, de modo que gracias al regalo de la “fe” tienen la oportunidad de ver con claridad, logran sentir el llamado a luchar por sus sueños e ideales, pero siempre tomando en cuenta “los signos de los tiempos”, tratando de testimoniar de la mejor forma posible su adhesión al camino que nuestro señor Jesucristo nos propone seguir, creyendo que podemos construir un mundo más justo y más humano.
Vemos estas realidades y muchas veces somos severos críticos de los jóvenes, pero ¿Cuál es nuestro compromiso como personas creyentes para que esto cambie?, nuestra tarea es gigantesca, la palabra de Dios en nuestras vidas es un regalo que no debe quedar sólo en nosotros, al contrario debemos compartirlo con todo el mundo, en especial con nuestros “jóvenes adolescentes” para que ellos encuentren este “lindo tesoro” que significa conocer a este Dios padre bondadoso, a este Cristo “maestro y amigo”, y a nuestra madre Maria que nos acoge con su inmenso amor.
David Navarrete
Comunidad Nueva Semejanza



Construyendo la ciudad de Dios
Una reflexión sobre la Doctrina Social de la Iglesia
Una vela se enciende para alumbrar a todos en la casa, así también, un ser humano nace al mundo para iluminar a todos los hombres. El hombre, ante todo, es un ser trascendente, creado a imagen y semejanza de Dios. Cada uno de nosotros tiene algo importante que compartir con el resto. Cada uno es único e irreemplazable ante Dios.
Como seguidores de Cristo, debemos mirar a nuestro prójimo como hijo de Dios, nuestro hermano, tal como Él nos miró.
Si asimilamos esta verdad esencial y básica, podemos comprender el carácter fundamental del respeto de la dignidad de cada persona en la sociedad. Si las acciones de nuestro diario vivir son realizadas teniendo como primera consideración el amor a Dios y a las personas, contribuimos a la construcción de una sociedad más humana, una sociedad donde todos cabemos, donde todos tenemos oportunidades, donde todos nos podemos desarrollar íntegramente.
Pero para lograr avanzar paso a paso por este sendero en dirección hacia una sociedad verdadera de hermanos, es necesario posicionar el bien común por sobre el bien propio. Hay que permitirse amar a los demás, de entregarse por la vida, los proyectos, las necesidades y los sueños de los demás como lo haría uno por los propios.
Antes de cada paso, se debe tener presente que la tierra y todo lo que hay en ella fue entregado por Dios a toda la humanidad y, por ende, debemos velar para que cada uno pueda obtener a lo menos lo suficiente para vivir feliz, con dignidad y libertad. Debemos preocuparnos de que existan las instancias para que cada uno tenga el descanso suficiente para aprender y reflexionar sobre Dios y el amor…… para formar una familia, hacer vida familiar, y ofrecer vida familiar a aquellos que han quedado en soledad y abandono, porque la familia es la única semilla verdadera que puede crecer y dar como fruto una sociedad amable y justa.
Para que pueda brotar dicha semilla, sin duda que la solidaridad es importante, pero más importante aún es la caridad cristiana: la entrega generosa, desinteresada, gratuita y anónima hacia el prójimo. Por ello, la educación y la formación de nuestros hermanos más necesitados permitirá su liberación y desarrollo, extendiendo una invitación abierta para apoyar su participación creativa e integración social. Sus iniciativas y emprendimientos, sus proyectos, sus aportes subjetivos formarán parte de la riqueza de nuestra sociedad y de nuestra identidad.
Dios le preguntó a Caín, ¿Dónde está tu hermano?.....................si Dios te preguntara hoy por tu hermano que vive sufriendo, sin voz y sucumbido entre tanta pobreza, falto de educación y amor ¿Qué le podrías responder?
Kirsty Sotomayor M.
Coordinadora AUC Concepción 2008

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¿Qué es la Doctrina Social de la Iglesia?
Podríamos decir que es un conjunto de principios y criterios surgidos desde el Magisterio de la iglesia Católica que tienen por objeto interpretar las realidades sociales, culturales, económicas y políticas, a la luz del Evangelio. Se trata entonces de una reflexión teología que va surgiendo desde los distintos contextos históricos, no es un solo texto (aunque hoy existe un compendio) sino una serie de encíclicas y documentos pastorales.
La primera encíclica social fue la Rerum novarum, escrita por el Papa León XIII en 1891, en el contexto de la Revolución Industrial y la "Cuestión obrera". Luego le siguieron principalmente la Quadragesimo Anno (1931), Divini Redemptoris, Mit Brennender Sorge (1937) documentos del Papa Pío XI, luego la Mater et Magistra (1961) , Pacem in Terris ( 1963) de Juan XXIII, luego Populorum Progressio (1967), Humanae Vitae (1968 ), Octogesima adveniens (1971) de Pablo VI, y Laborem Exercens (1981), Sollicitudo Rei Socialis ( 1987),Centesimus Annus (1991), Veritatis splendor (1993),Evangelium Vitae (1995), Fides et Ratio (1998) de Juan Pablo II.
Todos estos textos intentan dar luces a las problemáticas sociales de su época, pero no son una propuesta técnica, sino más bien una doctrina moral, que surge del concepto cristiano de hombre y de su vocación al amor y a la prefiguración del Reino de Dios, y por ello tiene como fin ultimo ayudarnos a los laicos a asumir nuestras propias responsabilidades con respecto al bien común, especialmente con lo que tiene ver con esa mayoría de hermanos, que está en necesidad.




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El 24 de Marzo de 1980 fue asesinado mientras celebraba misa el obispo Salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, llamado el “Santo de América” por ser la “voz de los sin voz”,[1] por hablar del Dios que clama por la justicia en medio de la muerte y la opresión.

“La opción por las victimas de la historia”
Oscar Arnulfo Romero:

Muchos mártires ha tenido
nuestra historia Latinoamericana, sin duda demasiados para quienes soñamos con una sociedad inclusiva y justa, pero recordarlos es recordar el amor de Cristo que nos lleva a la cruz, no como un designio histórico, sino como un acto ejemplar de lucha y entrega, un camino de compromiso extremo por la liberación de la humanidad. Por ello he querido escribir de la vida de Romero, no sólo por ser un icono en la reflexión teológica Latinoamericana, sino más bien por ser testimonio de encuentro con el señor. Pedro Casaldagi al escribir una reseña biográfica de este mártir de América señala “A lo largo de los años más duros de la guerra civil salvadoreña y bajo una auténtica dictadura militar de salvaje represión, Romero levantaba cada domingo su voz, aterciopelada, vibrante como un cuerno de jubileo, para iluminar a la luz de la Palabra el día a día, el sufrimiento y la esperanza, la vida y la muerte de su pueblo salvadoreño.”
Lo que más me conmueve de los pasos de Romero es su ejemplo de conversión hacia el camino de Cristo liberador, pues fue el encuentro con el Cristo excluido y sufriente lo que lo lleva a un camino muy distinto al que él pensó para sí, hasta el punto de dar la vida en esa nueva ruta. Durante muchos años Romero no dejó de ser un sacerdote conservador y neutral, opuesto a las nuevas disposiciones del Concilio Vaticano II, y por ello fue designado Arzobispo de El Salvador, pues su postura convenía a quienes no querían inmiscuir a la iglesia en conflictos políticos. Pero sería el amor de Cristo encarnado en su querido amigo, el padre jesuita Rutilio Grande, férreo defensor del pueblo de Dios, lo que lo haría volcar su mirada a la realidad sufriente de su país. Fue la muerte de su amigo, asesinado junto a un campesino y un niño por la espalda, lo que lo llamo a la conversión, fue ese encuentro concreto con Dios acribillado el que no lo dejo impávido, y no le permitió volver por el mismo camino, pues entonces comprendió que no podía seguir hablando del Dios que es amor en medio de una situación de opresión sin tocar esa realidad, porque sólo hablando de esa realidad de opresión podía hacer palabra actual la eterna palabra de Dios.
De este modo solamente desde su vida y contexto se puede apreciar verdaderamente el hondo contenido de su palabra y su teología, sólo desde su praxis las reflexiones que hace Romero adquieren un profundo significado cristiano. Recordar así a monseñor Oscar Arnulfo Romero, es recordar el llamado central del evangelio de ser fieles a una opción por las víctimas de la historia, es recordar el imperioso llamado de Dios, a verlo en los signos de la vida, a hacer de cada trozo de realidad un sacramento de nuestra fe, pues entonces, el peligro de quedarse meramente en lo terreno se aleja, y el peligro de quedarse sólo en lo etéreo se extingue, y el verbo hecho carne se hace realidad como fe y praxis.
Por ello Monseñor encarna la Teología de la Liberación y es un ejemplo a seguir, porque supo releer las escrituras a partir de la realidad contingente de su paso por la tierra, y por eso leer sus homilías es un ejercicio conmovedor, pues en su mensaje, “San Romero”, nos invita a entender con profundidad el sentido liberador contenido en la Resurrección, signo del rechazo divino de la injusticia y del mal infringido al inocente, a entender que el seguimiento de Cristo se hace actual en la medida que hacemos contextual su cruz, es decir, seguimos al Dios eterno en nuestro fragmento de tiempo e historia, y en esta esperanza, el verbo hoy se vuelve a hacer carne.

Comunidad A las puertas de Jerusalén-profesionales


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Esteban Gumucio : Sacerdote, poeta y escritor
Esteban Gumucio, sacerdote de los sscc, fallecido el 2001, es un amigo, hermano y maestro que levantó al pobre y al desvalido. Escribió poemas y textos en prosa de gran calidad, consecuentes con su actuar y vida entregada a Cristo. Sus textos dan muestra de su profundo amor por Jesús, por los pobres, por todos los seres humanos, plasmando así un profundo mensaje social.
“Mis escritos son breves y ocasionales, inspirados en la vida de la gente a quien trato de servir como sacerdote”, señalaba el padre Esteban.
Todo el material de Esteban Gumucio; poemas, audios, canciones, textos, etc. En www.estebangumucio.cl




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Poesía
RICOS. ECONOMÍA DE MERCADO
Por tu balcón vi trepada una flor de plástico,
precisamente sobre el triste marcador del gas.
Y vi tu mansión con olor a tumba, a tumba elegante.
Eres señor de la Economía,
pastor de la Ley de la Oferta y la Demanda. Amén.
Sonrisas de dinero hábilmente maquilladas
y cuero ruso
preparando la hora solemne de la muerte.
No olvides dar tu tarjeta al Coronel
y el calendario
y el regalo a la sobrina del Subsecretario
y la gimnasia del espinazo, doblado correctamente
a la vista del presupuesto,
al latido amoroso de la computadora,
al compás de la calculadora.
Solo,
solo como un satélite artificial,
colocado en órbita exclusiva, patentada,
propiedad privada.
Solo,
suspirando dinero.
Solo,
como témpano de frente alta,
una flor de plástico en el ojal del Banco,
enamorando cotizaciones
en la ventanilla de los Créditos.
Eres cadáver a cuotas mensuales.
Duermes con frío en tu tumba colosal.
¡Pobre rico!




“POCO SÉ DE DIOS, PERO LO RECONOZCO
ASÍ DE INCÓGNITO
POR LAS CALLES DE NUESTROS CALVARIOS”
EL ROSTRO DEL HIJO
El rostro del Hijo
nos está mirando
misteriosamente;
desde cada rostro
Dios, en cada hombre
nos está mirando.
Desde el rostro puro
de un niño pequeño;
desde el rostro triste
de un pobre humillado;
desde cada rostro
alegre o lloroso,
el rostro del Hijo
nos está mirando.
Y un día tendremos
que escuchar trompetas
y al Hijo del hombre
glorioso en su fiesta,
mirarlo a la cara.
Oiremos su voz
tan cierta y tan clara:
«lo que al más pequeño
de esos, mis hermanos,
hiciste de bueno
o hiciste de malo,
conmigo lo hiciste
El gozo o el llanto
te juzgan por siempre,
te quedan mirando.
Dios en cada rostro
ya te está juzgando.


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La educación y los niños
He estado pensando en cómo expresar algunas reflexiones que durante el trabajo diario hago acerca de cómo enseñar mejor y cómo llegar mejor al alumno, estoy convencido de que el niño que no quiere aprender, simplemente no va a aprender, por lo mismo no es tan sencillo transmitir contenidos ni mucho menos valores sin antes no haber penetrado en aquel mundo de niños que paradójicamente son cada vez menos infantiles, sino que hacen ver su desaprobación si así lo consideran necesario, o peor aun, la expresan en medio de la clase.
Dejando de lado el tema de la nota y la obligación de cumplir con las evaluaciones correspondientes (esto lleva a la idea equivoca de muchos pedagogos de que no importa si le agradan los contenidos o no, el alumno debe dar cumplimiento a lo que se le pide) pienso que para poder enseñar y formar personas en necesario disfrutar primeramente uno mismo con lo que hace y así hacerlo ver a los alumnos, mostrar que uno enseña porque quiere, con gusto y dedicando el tiempo necesario en la preparación de cada clase, hacerlo saber al curso verbalmente, pero no como reproche, sino para tomen conciencia de que están siendo considerados como algo mucho más importante que un alumno, es una persona, y una persona que debe crecer con los valores.
Estos valores de los que escribo son los que el profesor entrega, indirectamente pero es la formación que un profesor entrega, más allá de contenidos, que si no se usan o practican, el alumno olvida, más valioso es entregar esas costumbres que uno realiza en su vida diaria, no olvidemos que somos ejemplo para todo niño, y un alumno asume que su maestro tiene una vida consecuente con su labor, ¿Lo idealizan? ¿Puede ser?
El alumno, olvidará que es un cateto quizás, un diptongo, un pistilo, no olvidará la puntualidad, el respeto, el “Buenos días”, el “permiso” y el “gracias”, el entregar a tiempo el trabajo que se le pide,

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