miércoles, 30 de enero de 2008

PRIMER BOLETIN


“La política y el medio universitario”
Responsabilidad Social ¿En pañales?
Conocida es la historia vivida por los países latinoamericanos en las décadas recientes, caracterizada por la inestabilidad política, por los quiebres institucionales, los regimenes tiránicos, y en definitiva por lo que podríamos llamar una falta de madurez por parte de nuestros países en cuanto a no hacerse responsables de su propio desarrollo. Pero más allá de hacer un análisis exhaustivo de estos hechos históricos, este artículo tiene por objeto poner de relieve una de las consecuencias más negativas, a nuestro juicio, que produce todo quiebre institucional, el cual es truncar u obstaculizar la formación cívica, indispensable en toda comunidad nacional, necesario para el desarrollo de la propia comunidad y el país en general.
En éste contexto vemos que en Chile, pese a llevar más de una década viviendo en democracia, aún es manifiesta la carencia de una cultura cívica; pareciera ser que el participar en la construcción social a través de las vías que nuestra democracia permite es algo olvidado, y la mentalidad mercantilista prima, pues se espera recibir una “recompensa” por todo acto cívico, así todo lo que no implique un beneficio personal, directo e instantáneo, es una carga que ningún ciudadano quiere aceptar, y el escepticismo en toda forma de participación crece.
Entonces, como aucistas, nos asusta la idea de que los jóvenes se adormezcan, pues inmersos en un contexto histórico determinado, hemos sido educados en una sociedad donde los grandes metarrelatos que antes motivaban a caminar en su construcción, hoy se han desmoronado, y la posmodernidad aliena la idea de todo propósito real de cambio, alimentándose entonces la resignación ante la posibilidad de producir reales modificaciones sociales. Tememos, a los rumores de la existencia de un confesado descompromiso de la juventud en la política, y un velado desinterés por lograr una humanidad mejor, pues vemos como, en medio de este sistema económico-social implantado, cuando se nos da la posibilidad como jóvenes universitarios de resolver, se opta rápidamente por los intereses particulares, olvidándose por completo la real solidaridad, aquella que va más allá de una maratón de solidaridad por la televisión, o la compasión ante una calamidad sorpresiva, nos referimos a aquella que alimenta el espíritu para motivarnos a participar activamente en las estructuras de este gran edificio social que alberga a la humanidad.
En el fondo se trata de cómo el sistema nos esta llevando a ser cada día más individualistas y a ser incapaces de ir más allá de nosotros mismos y de organizarnos de manera de enfrentar y satisfacer estas distintas necesidades de carácter común que se nos presentan. Ahora bien, como universitarios vemos a diario cómo se manifiesta esta desidia, y así son pocas las personas dispuestas a participar en política, pareciera que es una pérdida de tiempo asumir compromisos colectivos. Este individualismo material no nos puede dejar indiferentes, más aún si nos reconocemos católicos y seguidores de Jesucristo, por cuanto amar al prójimo no es una simple máxima sino que se debe traducir, no sólo en la medida que nos sea cómodo, sino que también asumiendo responsabilidades, sintiéndonos invitados a llevar en nuestras manos tareas que van en beneficio de los demás y que al mismo tiempo nos hacen crecer tanto personalmente como profesionalmente.
Tal ves lo que más nos preocupa es que los jóvenes somos, ni más ni menos, los que estamos preparados para asumir el dinamismo de esta época, y si no podemos, o no queremos, asumir responsablemente nuestro papel en el acontecer en el que nos toca ser protagonistas, entonces nadie lo tomará, y las injusticias profundas y desgarradoras que manchan nuestra sociedad se mantendrán en pie.
Con todo, es posible advertir la existencia de diversas iniciativas tendientes a revertir esta situación y a involucrar a los estudiantes a tomar conciencia de la realidad en la que estamos insertos, realidad de la que formamos parte y en la cual nos tocará desarrollarnos, siendo profesionales. Estas iniciativas, que se pueden considerar pocas, constituyen verdaderos puentes entre los universitarios (con sus planes futuros individualmente considerados) y la responsabilidad social que están llamados a cumplir, por integrar el conjunto de personas que definiremos el rumbo de nuestro país.
Pero nuestro temores sólo comienza a difuminarse, cuando nuestro corazón es llamado por el mensaje que Cristo encarna, y compartiendo estas inquietudes logramos compartir también esperanzas, pues nos percatamos que en diversas carreras hay universitarios dispuestos a remar contra la corriente de las injusticias, lo que significa que no estamos tan locos por preocuparnos hoy de las luchas que Cristo denunció hace más de dos mil años, y desde aquí, como aucistas, alzamos la voz, y activamos las manos en la construcción de una conciencia real que denuncie nuestra realidad.
Artículo escrito por AUC Concepción para la revista SPES.
(sergio )

IMAGINACIÓN
-“¡Cuéntame otra vez lo del castillo mágico y los caballeros! Cuéntame sobre el dragón y el mago” -suplicó el niño desde su cama, embargado por la emoción. –“¡Sólo una vez más, por favor!”-.
El hombre soltó una sonrisa en su cara y acarició cariñosamente y con cuidado la cabeza del niño.
-“Muy bien, una última vez, pero creo que te he contado esta misma historia al menos diez veces en la última semana. ¿Es que nunca te aburres de escucharla?”
El niño se sentó para escuchar la historia con unos ojos al borde de la exaltación.
-“No. Me encanta escucharla. Es mucho mejor que los cuentos de la tele y los libros del colegio” - haciendo una sonrisa gigantesca para ganarse al anciano.
Devolviéndole la sonrisa, éste se puso cómodo. Las arrugas de su cara se relajaron y comenzó.
-¿Por dónde quieres que comience? ¿Otra vez por el principio, o en otra parte?
-“Hmmm” - pensó el niño-. “No sé. Comienza por donde quieras. ¡No, espera! Quiero oír lo de cómo se creo el lugar, lo de los hombres que lo construyeron y lo cuidaban, eso me gusta”.
El hombre miró hacia la ventana, suspiró profundamente y comenzó a hablar meditativamente:
-“Hace mucho, mucho tiempo, vivía un grupo de sabios y magos. Eran hombres y mujeres de gran sabiduría. Pero en aquellos tiempos, al igual que ahora, la gente temía lo que no conocía o no podía comprender. Así aquellas personas decidieron construir un castillo en el cielo alejado de la vista de los demás”-.
En ese momento, distraído por un ruido, movió su cabeza para un lado y acaricio al pequeño -“Me parece que viene tu mamá, mejor será que te prepares para acostarte. Vendré mañana y volveremos a hablar”.
La puerta se abrió con un crujido, y su mamá asomó su cabeza.
-“Hora de dormir, Pablo. ¿Con quién hablabas?”-
Pablo se metió por debajo de las sabanas y apoyó la cabeza sobre la almohada.
-“Con nadie mamá, sólo era el Señor Toto”-.
Ella sonrió y lo tomó con la sabiduría cariñosa de una madre.
-“¿Ah?, así que era él otra vez. La próxima vez que lo veas salúdalo de mi parte”- cerró la puerta y volvió a su habitación . -“Mmm los niños pequeños y su gran imaginación. A pesar de eso igual los quiero”.
(Leo)

El privilegio de ser mujer

Iba a empezar a escribir afirmando que ser mujer es un privilegio, pero luego pensé en la frase y resolví escribirlo así... Ser mujer ¿es un privilegio?
A ver, remontémonos al pasado, a finales de la edad media la locura se apodero de los grandes países, y toda Europa se espantó porque la brujería estaba ganando adeptos, claro que la mayoría de los brujos resultaron ser mujeres, y... ¿Cómo terminaron ellas?, quemadas, no fueron cientos, ni siquiera miles, el número es mucho mayor, pero para qué ser tan específicos. Ya hacia el siglo XIX, las cosas mejoraron visiblemente para nosotras, claro que era casi imposible pensar en la posibilidad de que una mujer pudiera dar su opinión, y si la daba difícilmente sería tomada en cuenta por alguien más que por ella misma, pero bueno, llegamos al siglo XX y nos insertamos en una sociedad visiblemente más “civilizada”, así que intentamos razonar con el resto de la sociedad y el 8 de marzo de 1908, 129 trabajadoras del sector textil de la fábrica Cotton de Nueva York se declaran en huelga por la precariedad de sus salarios y el exceso de horas de trabajo. Pero ante la negativa del patrón de atender sus reivindicaciones, las mujeres se encerraron en la fábrica. Impotentes ante la huelga, los propietarios incendiaron la fábrica para hacer salir a las mujeres. Pero ellas no lo hicieron y murieron entre las llamas... ¿Les recuerda algo?. De ese modo muchas mujeres dieron sus vidas cobijando la esperanza de que las cosas cambiarían algún día, gracias a ellas somos o estamos donde estamos, lo malo es que muchas pagaron caro su audacia.
Sé que esto suena como un conjunto de quejas, y en la realidad no nos deberíamos quejar hoy. ¿cierto?..., además nosotras tenemos el privilegio maravilloso de ser madres, aunque según me cuentan mi madre y mi hermana, los mareos las nauseas y hasta los desmayos no son muy agradables los primeros meses de gestación, y qué decir de los pies hinchados, los dolores de espalda, y las estrías, todas consecuencias del embarazo, y eso que no incluyo el sobrepeso y lo que ocurre a las mamas, pero bueno... sólo detalles que se me cruzaron por la mente cuando mencioné el tema. Mejor analicemos el problema por otro lado, hoy en día casi no existen trabajos exclusivos de los hombres, pero también no es menos cierto que las diferencias en los salarios, por desempeñar exactamente el mismo empleo son bien radicales sin contar con que al llegar a casa la mayoría de las mujeres seguimos trabajando, porque claro, los pobres hombres no fueron diseñados para pensar en más de una cosa a la vez, y como trabajan tanto, es lógico que lleguen a casa a descansar, y como nosotras somos güeonas, porque no existe otra palabra para definir la actitud, debemos ver a los niños, preparar y servir la cena y ver que todo marche en casa, en todo caso no debo ser tan tajante ... existirán aquellos que ayudan en casa, que saben lavar y hasta planchar, para ellos se debería levantar un monumento, porque son capaces de ver el esfuerzo y ayudar a sus mujeres... epa!! un segundo... ¿por qué levantar un monumento? si hacen lo mínimo que deben hacer, compartir las labores, o nosotras somos muy estúpidas o somos todavía ingenuas, no sé si después de todo lo escrito aun sigo pensando que es un privilegio ser mujer, lo que si me queda claro es que aun no hemos ganado la batalla y que queda mucho por hacer para conseguir una efectiva igualdad en derechos y deberes para ambos géneros.
En todo caso ... tengo que decirlo y recalcarlo... es verdaderamente agradable ver la vida a través de nuestros ojos, no lo cambiaría por nada, aunque a veces me sienta relegada y sienta que lucho por mejorar e igualar nuestras posiciones... es hermoso ser mujer, me enorgullece serlo, y de ninguna manera cambiaria lo que soy y lo que hago.
Por Ingris Carrillo
Ingenieria electrica UdeC

¿Lo técnicamente posible es éticamente bueno?
La pregunta que nos plantea Juan Pablo II no proviene del deseo de escribir documentos, sólo porque a eso se supone que se dedica su santidad (según sus críticos), sino porque es evidente que la ciencia avanza progresivamente, y nadie se detiene a cuestionar cuales son los pro y los contra de las investigaciones. Todo esto enmarcado en la angustiante situación de que algunos países ya están legislando sobre la posibilidad de clonar individuos con fines terapéuticos (incluso en Gran Bretaña ya está autorizado).
Muchos son los adelantos que hoy escuchamos, los noticieros nos sorprenden cada día con un nuevo descubrimiento, o la mejora de algo ya creado. Tenemos celulares más pequeños, televisores portátiles con señal satelital, banda ancha transportable, y en fin, un sinnúmero de nuevas posibilidades. Pero, ¿qué sucede cuando los científicos deciden practicar con la vida? Es cierto que nos alegraría saber que las curas contra el cáncer, la diabetes, u otras patologías están ahí, al alcance de nuestra mano, y sobre todo si estas enfermedades nos afectan de manera cercana. El problema radica en que los conejillos de indias nos volvemos nosotros mismos, seres humanos como cualquiera. Uno de nosotros pudo no haber estado hoy, en favor de la ciencia, en favor de otros, en pro de la vida de alguien más. Es cierto que el ideal es la vida por el otro, pero ¿no debiera esto ser consciente? ¿No sería mejor que yo lo decidiera? Que paradójico podría volverse todo esto, la vida por el semejante, pero sin mi vida, la de otro es menos valiosa, o ha recorrido menos, o no ha recorrido nada.
Hay quienes, además, restan importancia a la vida de un clon, porque no lo consideran una vida real, no fue creada por los métodos tradicionales, por tanto ni siquiera debiera coexistir junto al resto de nosotros. ¿Eligió este ser nacer de esa manera?, perdón, yerro la pregunta, porque ni siquiera va a nacer, ¡fue creado para morir!. Claro, ya lo habíamos planteado, el fin último es bueno, a Maquiavelo le parecería bien “el fin justifica los medios” ¡que Maquiavélico!, San Agustín lo habría planteado de la siguiente manera “el fin bueno, jamás justifica el uso de medios malos”...Juzgue Ud.
Otro aspecto que hemos de mencionar, es la desnaturalización que traen aparejados algunos adelantos técnicos, que nos parecen hacer olvidar que el ser humano es un valor en sí mismo. En este punto es nuevamente San Agustín quien es categórico al afirmar: “la naturaleza tiene sus leyes y el hombre debe respetarlas”, lo cual señala como el primer principio de la ética. Este alejamiento de lo natural, provoca un sustancial distanciamiento con la realidad, la cual nos hace “ser”, en todo el sentido de la palabra. Al estar inmersos entre tanto ir y venir de proyectos, que años atrás parecerían descabellados, no sabemos que es lo real y que es irreal, llegando a pensar que quizás nada es imposible de alcanzar, donde la mayoría de las personas no se sienten cercanas a nada ni identificadas con nada, por no saber que es palpable y que no lo es, que es posible y que imposible, donde las promesas están a la orden del día.
Esta situación sólo ha llevado a poner en tela de juicio la esencia del “ser” y de olvidarnos que estamos en relación con Dios creador-de-todas-las-cosas, que dependemos de Él en todos los aspectos, que somos sus hijos y que sin Él no lograríamos nada. Existen muchas cosas que el hombre puede lograr; pero no hay que olvidar que sin la ayuda de Dios nada sería posible, porque fue Él encarnecido quien nos salvó, y es Él quién nos sostiene y nos apoya hasta en las ideas más aberrantes, las cuales muchas veces van en contra de sus enseñanzas. Por esto debemos llevar un actuar siguiendo la tradición de Jesús ya que existen demasiados proyectos posibles pero no sabemos si todas nos llevarán a la felicidad. Entendiendo ética como fin último del hombre, el cual es la felicidad. ¿Los adelantos que nos han tocado presenciar, nos traerán una felicidad futura? ¿Gracias a hechos como la clonación, nos convertiremos en hombres y mujeres más felices?¿con estas prácticas nos libraremos del estado de miseria y llegaremos a ser felices? Cada de uno de nosotros ha de responder estas interrogantes y por supuesto generar unas nuevas, porque esta es tarea de todos, debemos reaccionar frente a estos sucesos y generar críticas, para obtener, en lo posible una reflexión que no se deje llevar por la homologación moderna (pensamiento uniforme) de la cual todos padecemos.
(Comunidad llenos de gracia)
Cristóbal

Educación y ciudadanía para otro mundo posible

A la luz de una instancia de ciudadanía y construcción social, como es el V Foro Social Mundial celebrado en Porto Alegre, Brasil (www.forumsocialmundial.org), los movimientos Miec-Jeci, a los que pertenece AUC Chile, han encontrado la oportunidad para presentar el foro-panel “Educación y ciudadanía”. Sin duda este pequeño boletín no es suficiente para abordar toda la temática allí expuesta, pero no podemos dejar pasar esta instancia sin reflexionar al menos sobre algunos puntos.
En la ponencia se inicio presentando la realidad de la educación Latinoamericana a través del testimonio de jóvenes estudiantes de educación secundaria (Perú) y universitaria (Chile), esto nos permitió hacer una constatación de la realidad, constatación que nos llevo a la conclusión de que la educación actual, inmersa en un contexto histórico y un modelo económico y social determinado, forma parte de éste, absorbiendo por ende también sus vicios, pues la educación depende del tipo de sociedad global en que vivimos y de quienes la conducen. Así, ante un modelo donde la competitividad orienta la convivencia, no es de extrañar que la educación actual también gire en torno a un individualismo excesivo, pues los ejes culturales, económicos y sociales están, querámoslo o no, marcados por el neoliberalismo que se presenta con fuerza en el sistema educativo actual.
Este sistema neoliberal genera sus propias maneras de educar, con objetivos propios, como es el formar profesionales que respondan con satisfacción a las exigencias del modelo capitalista y que permitan avanzar en su proceso de consolidación y expansión. De este modo nos encontramos con una educación que prepara para “un futuro” y no educa a los jóvenes en el presente, en su realidad actual y social, sino que su objetivo es lograr su inserción en el mercado... hoy se trata a los estudiantes como futuros artículos del mercado y actuales consumidores de educación.
Ante esta realidad, nos preguntamos ¿ En la actualidad, que incidencia puede tener la educación en la ciudadanía?, el problema es que si la educación actual se preocupa de formar técnicos de un modelo y no personas integrales comprometidas en una construcción social justa y solidaria, las nociones de ciudadanía dejan de tener importancia en los objetivos del sistema educacional. De esta forma, para que exista una real incidencia de la educación en la formación y participación ciudadana, hay que comenzar por promover un sistema educacional cuyos objetivos trasciendan con creces los de la mera trasmisión de conocimientos, pues las instituciones de educación debieran ser agentes relevantes en los procesos de articulación y cambio social y económico.
Así, al constatar que el modelo de educación actual separa las dos temáticas, “educación y ciudadanía”, nuestra preocupación es precisamente el como planteamos una nueva relación entre ambos pilares del cambio social, para que la educación sea capas de generar en los jóvenes un compromiso critico-constructor, que permitan forjar una ciudadanía plena para alcanzar ese mundo distinto del que el foro social mundial habla. En resumen buscamos Otra educación, para Otra ciudadanía, para Otro mundo posible.
La propuesta entonces es partir por una nueva educación, una educación más fraterna, para un mundo fraterno. Pero para elaborar un proyecto de educación alternativo al actual, el proyecto viable debe construirse precisamente desde el ejercicio ciudadano, del debate y la construcción, de la convergencia de las distintas propuestas y los distintos sectores y actores, ésto pues el proyecto de mundo posible es necesariamente un mundo plural, y la educación de calidad que queremos debe rescatar esta “diferencia en la convergencia”.
En esta búsqueda de convergencia proponemos una educación abierta al mundo , exigente, que fomente en la participación , una educación que sobrepase la mera trasmisión de conocimientos, una educación que apunte a alcanzar el pleno desarrollo de la persona humana, que incentiven la creación y la difusión de la ciencia y la cultura, que contribuya al fortalecimiento de las libertades fundamentales, de la democracia y de la justicia social, una educación que incorpore en sus mallas todo esto a través de dimensiones culturales, sociales, emocionales y espirituales, que otorgue las herramientas para reflexionar y actuar, no solo para mecanizar respuestas, una educación conciente y tolerante de la diversidad. En resumen, una educación integral es aquella que necesariamente prepara personas que se sientan llamadas a contribuir con sus capacidades al bien común. De esta forma proponemos “una educación” que juegue un papel fundamental en la construcción de una conciencia ciudadana, pues la experiencia educativa permitirá fortalecer los procesos de cambio social, cultural, político y económico que nos permitirá alcanzar ese otro mundo posible, ese mundo libre, solidario, y JUSTO.

El poder alienante de los medios de comunicación
La comunicación, ha existido desde el inicio de la humanidad. Al pasar los años, ésta adquirió forma concreta con la aparición de la imprenta a manos de Gutemberg, dando así los primeros pasos en la prensa, la cual sufrió un vuelco en el tipo de información que entregaba. Este giro, en 180 grados, se da aproximadamente en 1880, cuando por primera vez, un periódico es utilizado como instrumento político. Por estos años, en el mundo se comienzan a difundir fuertemente conceptos como industrialización y proletariado y es, a través de la prensa, que se hizo un llamado a tomar conciencia de los hechos que estaban aconteciendo. Es aquí también, cuando la burguesía se da cuenta del poder que tiene entre las manos, empezando así un nuevo uso de la comunicación de masas, un uso que sólo va a resguardar los intereses de unos pocos y que comenzará, paulatinamente, a trasformar las conciencia del público en una gran conciencia colectiva, la cual tendrá, un efecto alienante que se traslada hasta nuestros días.
Esta nueva conciencia, es aquella que está inmersa dentro de la denominada cultura de masas, que uniformiza a los individuos quitándole su capacidad de pensar libremente, además, este tipo de cultura está en todas partes y nadie puede huir de ella, no deja de avanzar y jamás, aunque lo intentemos, se detendrá, sobre todo en este mundo “Globalizado” en el que vivimos.
Esto se produce, ya que los medios de comunicación, son aquellos que hoy entregan las pautas en nuestro diario vivir, aunque no nos dicen qué pensar y cómo hacerlo, si nos dicen sobre qué, limitándonos a los temas que sólo son de interés de la línea periodística del diario que nos ofrecen día a día, sin permitirnos ir más allá en busca de algo que sea relevante y distinto, ya que todas las empresas comunicativas manejan y manipulan la misma información. La mayoría de los mensajes entregados son superficiales, sin embargo, son entregados de tal manera que llevan a confundir al lector, quien piensa que la vida farandulera es más importante que la política de nuestro país. Los medios, hoy en día están empeñados en entregar circo al público, el cual finalmente, terminará adaptándose al mundo que refleja la televisión. Pero, ¿Dónde quedan temas como los Derechos Humanos o el aumento de la cesantía en nuestro país?
Además, esta dominación mediática que posee el sector acaudalado, nos coarta la posibilidad de abrir nuestros horizontes y formarnos nuestra propia opinión frente a hechos que acontecen hoy por hoy. Claro es el ejemplo de la guerra en Medio Oriente, donde los medios de comunicación sólo muestran lo que les parece “justo” mostrar, y nosotros sólo vemos fracciones de la verdad, como es el caso de la mayoría de los países latinoamericanos, que sólo recibe (recibimos) información procedente de CNN, donde nos muestran sólo una cara de los sucesos, y si por algún motivo llegamos a ver imágenes entregadas por Aljacira, es sólo para mostrar las penuria que deben pasar los soldados norteamericanos que están en guerra. Con esta restricción, de la cual somos víctimas, nos volvemos una masa acrítica, que no sabe diferenciar que es lo bueno y que es lo malo, ya que no se nos muestra ningún tipo de parámetro de comparación de hechos.
Es por esto, que debemos ver “bajo el agua” para así darnos cuenta de qué es lo que nos quieren decir, debemos, por ejemplo, re-leer cifras de Estado donde, quizás, exista más de un mensaje que está bien anidado entre líneas. No podemos dejar, que los medios nos transformen en un hombre-masa que sólo actúa como el resto y que se siente “como todos los demás”, hay que tener una postura crítica de los hechos y no sólo quedarnos con la ventana que nos entrega la televisión, la cual como una buena ventana, nos entrega por donde mirar los acontecimientos, pero si nos damos cuenta, ésta tiene bordes como cualquier otra, que delimita nuestra visión, entonces, hay que romper con este “marco” que no nos deja ver la realidad en todos sus aspectos. Abramos los ojos y no nos dejemos dominar por este poder que pretende ponernos una venda, que sólo ha de quitarnos cuando se le plazca.
Es responsabilidad de todos los jóvenes el crear las instancias para la reflexión, el debate y la crítica, ya que, ciertamente, en nuestras manos está el futuro y en nuestras manos están las decisiones que se han de tomar. Por este motivo, es que hemos de ocupar métodos que nos permitan llegar a la mayor cantidad de personas, e intentar gatillar en sus conciencias, para que tengan los pies puestos sobre la tierra y despertarlos del letargo que producen lo medios modernos de comunicación.
Uno de estos métodos, es usar a los mismos medios para producir un efecto contrario, un efecto que individualice al hombre en su pensamiento y dé un respiro dentro de tanta contaminación mediática. Al crear medios de comunicación alternativos, se puede transmitir un mensaje que ya no busque maquillar temas conflictivos, sino que motive una inquietud en el lector, despertar su conciencia social, he inducirlo en el actuar, un actuar siguiendo un mensaje vencedor, que supera cualquier pantalla de TV. Este mensaje es el que Cristo nos vino a dejar en su visita a la tierra, cuando a través de sus palabras asombró para siempre al hombre, cuando el verbo se hizo carne, cuando nos llamó a amarnos los unos a los otros, cuando nos reveló la máxima unificación de amor, la Trinidad: Dios, Hijo y Espíritu Santo. Este mensaje de Jesús es el único que nos puede aglutinar e inclinar la balanza hacia la realidad y lo verdadero, quitando algo de terreno a las ilusiones que nos muestran cada día.
En definitiva, el llamado que debemos hacer es a que seamos lectores escépticos y cautelosos, como también, a que seamos, transcriptores de la realidad en todo momento.
(mona)

Nuestra capacidad de asombro
 
Vasta ver y leer las noticias para empezar a creer  que nuestra sociedad es un verdadero barco a la deriva; tempestades de noticias nos muestran atroces acontecimientos en los que parece sustentarse nuestra sociedad, un ejemplo quizás emblemático en este ultimo son los casos de terrorismo, pareciera que éste nos acecha  en cada esquina; terrorismos de grupos que en sus luchas particulares dejan de lado todo respeto por la vida del prójimo y terrorismo de estados que con su fuerza estructural y sistemática reprimen, condenan y asesinan todo aquello que no les parece correcto.              
Ante esta realidad, no podemos permanecer impávidos ante los hechos acontecidos el año pasado en una Escuela de Beslán en Osetia del Norte, República Rusa, pues ninguna causa justifica vejar la humanidad de la persona. Nos parece necesario hacer un paréntesis en nuestro diario vivi en estos tiempos en donde los intereses económicos, el petróleo, la tierra, una bandera, parecen  justificar y explicar atrocidades en contra de los derechos fundamentales de la condición humana. No podemos perder la capacidad de asombro y desentendernos   de lo que nos ha tocado presenciar.
 
 Los niños de la escuela Nº1 de Beslán, a los que  sobrevivieron  y se les arrancó
las niñez para siempre, los niños vejados sexualmente, los niños acribillados por la espalda mientras intentaban escapar, son la expresión más absurda de los tiempos que nos toca vivir. Nosotros los educadores tenemos la responsabilidad de que los niños de nuestra nación puedan estar concientes de que las imágenes vistas en los medios de comunicación no son normales ni tampoco forman parte de la última telenovela o de la última versión de un videojuego.
Son vidas humanas protegidas por cuanta convención internacional queramos citar, sin obviar “la convención de los derechos de los niños”.
El desarrollarse en una  nación que respeta los derechos humanos y  los derechos de los niños es parte de las tareas que lo educadores tenemos que asumir ante una sociedad mediática y superflua  que poderosos intereses quieren imponer.
 
NO PERDAMOS LA CAPACIDAD DE ASOMBRO ... NO DA LO MISMO, LOS NIÑOS DE LA
ESCUELA BESLAN BIEN LO SABEN.
(Maira)


A lo que nos sentimos llamados
Hace no tantos años vivíamos en medio de un mundo donde la esclavitud era pan de cada día, y hoy nos parece aberrante que un hombre pueda subyugar a otro, atarlo a un tronco, despojarlo de su dignidad por su propia conveniencia. Pero en ese ayer hubieron personas que alzaron sus voces para emprender la lucha por la abolición de la esclavitud, aunque eso significara romper con las estructuras establecidas, remecer hasta el mismo sistema económico en el cual la esclavitud era pilar fundamental. Por eso hoy creemos que es necesario continuar la lucha, para por fin romper el yugo de la esclavitud, pero hablo de esa esclavitud cotidiana de miles de personas que hoy están atados de pies y manos porque no tienen las oportunidades para romper el círculo de la miseria.
Por ahí leí una frase...“la caridad empieza donde termina la justicia”, entonces nuestro llamado es a no quedarse solo en la caridad, los llamamos a emprender la búsqueda para construir una sociedad realmente justa. Creemos profundamente en el mensaje de Cristo, que nos interpela no a esperar un reino, sino a construirlo día a día, a entregar la vida por el hermano, a no permanecer indolentes y menos pasivos... nos llama por ende a ser responsables de toda la sociedad. Por ello, para los que ven en la religión un adormecedor de las inquietudes de justicia, no nos queda más que decirles que caen en un gran error, que no han intentado siquiera entender el mensaje que Cristo encarna, pues la esperanza en la resurrección en ningún caso debilita nuestro compromiso por esta “ciudad terrena”, sino que muy por el contrario, nos confirma la necesidad de poner nuestras manos al servicio de un mundo más fraterno, a construir un mundo donde la pobreza y la marginación no tengan cabida. Esta certeza no es más que una autoconvocación a poner en acción el gran mandamiento del amor, para cambiar todo aquello que nos parece injusto, desde lo cotidiano, para buscar y construir un nuevo orden social y político conforme a las exigencias de justicia. Sé que para muchos es sólo una quimera la posibilidad de estructurar la sociedad para que ya no existan las injusticias latentes en este sistema imperante, es más, a otros les parecerá imposible la sola idea de modificar cualquier estructura social, económica y política, y es precisamente por eso que hoy queremos recordarles que dichas estructuras como un conjunto de instituciones y realizaciones prácticas que orientan la vida en sus distintos ámbitos, han sido creadas por el propio hombre y dependen siempre de su responsabilidad , ¡por lo que son perfectamente modificables!, no hay un pretendido “determinismo histórico”. Proponemos entonces una conversión que parta del interior de cada uno, y que se vuelque en una preocupación por la realidad, ver con ojo crítico las flaquezas de un sistema individualista y egoísta... Intentemos partir hoy de nosotros, para luego lograr cambios económicos y sociales tendientes a una justicia real... ¡Pero empecemos desde hoy!.



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